La Legislatura Provincial debe contar con
una Oficina de Presupuesto y una Comisión Bicameral de Deuda Pública para
definir el impacto y razonabilidad de las medidas.
* Por
RAMIRO EGÜEN
El gobernador de la Provincia de Buenos
Aires, Axel Kicillof, presentó
las primeras tres iniciativas legislativas del período de sesiones ordinarias
que inauguró el 2 de marzo del
corriente. El primero tiene que ver con un proyecto de ley que
contiene varios puntos, entre ellos un pedido de autorización para
contraer deuda por 500 millones de dólares y 20 mil millones de pesos.
Kicillof justifica el pedido en base a la emergencia desatada por
el Coronavirus, pero
necesitamos saber el por qué del moonto, y en qué será destinado el empréstito.
Es muy importante que la mayor cantidad de dinero sea inyectado en los
Municipios que son la primera línea de batalla no sólo sanitaria, sino social y
económica.
Es necesario para avanzar sobre este
nuevo endeudamiento, contextualizado en un proceso de reestucturación por parte
de la Provincia sobre una deuda de la era sciolista, y conocer el diagnóstico que hace el Ejecutivo
Provincial, junto con precisiones acerca de los destinos del crédito público
solicitado a la legislatura.
Para ello, considero que el Poder
Legislativo debe asumir un rol más preponderante en el control de las cuentas
fiscales, y no entregar cheques en blanco a quienes gobiernan. En este sentido,
opino que es fundamental la creación de dos organismos que mejoren dicho
funcionamiento, uno de tipo técnico, y otro de alcance político.
Tal cual cumple su función en el Congreso
Nacional, la Oficina de Presupuesto tiene como principales funciones apoyar
técnicamente a las Comisiones de Presupuesto y Hacienda de ambas Cámaras,
merituar el impacto presupuestario de cada proyecto de ley, analizar ingresos,
gastos y metas fiscales. Asimismo tiene competencia para analizar los tributos
vigentes, y las nuevas propuestas de creación, modifican o extinción de éstos.
En definitiva, se encarga de generar un control técnico del funcionamiento de
toda la administración financiera del estado nacional.
Por otro lado, es imperioso también un
ámbito político de discusión, y considero que una Comisión Bicameral Permanente
de Control y Seguimiento de Deuda Pública es el indicado, para construir,
elaborar y analizar datos propios, como así propiciar el debate serio sobre la
actualidad y por supuesto sobre la ejecución de los fondos, de manera
concomitante con el funcionamiento estatal, con la citación de los funcionarios
del ejecutivo a cargo de estas responsabilidades, tal como sucede con este
nuevo proyecto. También eso da visibilidad a la ciudadanía de la discusión política
en el marco pleno de sus instituciones, y en el trabajo dividido pero
cooperativo de los poderes del Estado.
La escasez y monopolio de cifras por
parte del Ministerio de Economía provincial, desdibujan el rol del Poder
Legislativo, quien muchas veces vota a ciegas este tipo de leyes, de tamaño
impacto en las arcas fiscales, y ello condiciona y posibilita las controversias
sobre criterios disímiles acerca de la situación financiera de la Provincia,
tal como lo vimos en el traspaso de mando.
En concreto, para que sea comprensible el tratamiento y apoyo de este
endeudamiento, el Gobierno
bonaerense deberá explicar previamente qué tipo de ejecución de
proyectos y/o programas sociales y/o inversión pública pretende financiar.
También deberá precisar por qué existen atrasos de Tesorería, y por qué no se
utilizan otros mecanismos y/o instrumentos financieros más apropiados o
creativos.
La actitud colaborativa es totalmente
necesaria, pero con todas las cartas sobre la mesa, exponiendo cómo el Gobernador reestructurará
la deuda actual, cómo utilizará los fondos obtenidos mediante esta toma de deuda, y por otro lado la
Legislatura deberá garantizar a la sociedad que esto será controlado, con apoyo
técnico idóneo y con la generación de la mayor cantidad de información de
calidad.