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Marcelo Re tocando en la Fundación Vinjoy en España |
Hace años que Alberto esta radicado en España con su familia y su hijo Marcelo es la gran alegria de la misma, nos sentimos orgullosos de tenerlo dentro de nuestra familia, una anécdota: cuando yo era chico iba de vacaciones a la casa de mi tia en Nueve de Julio o sea en la casa de Alberto, un fanático por la música en esos tiempo y un día se metió a la pileta y en un rincón de la misma se puso a tocar el violin, es ahi que con mi hermano y unos amigos que le pusimos traga violin. Hoy su hijo triunfa en la madre patria, una satisfacción enorme para la familia y los nuevejulienses. Cuando esta familia venga a la Argentina, Marcelito vendra a tocar a Carlos Casares.
El pequeño es una gran noticia para los medios españoles y aqui publicamos la nota del diario El Comercio de Oviedo de España.
Nota extraida del diario El Comercio de Ovieto (España)
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Pagina del diario donde salio la nota. |
Un pequeño violinista de cuento
El niño prodigio Marcelo Ré ha aprendido en solo un año a tocar este instrumentoCon tan solo ocho años, actuó con desparpajo y con unas botas, como su adorado David Garret, en la Fundación Vinjoy
Lara 'La Cigarra' tuvo un día un sueño que ayer Marcelo Ré hizo realidad. Ese personaje del cuento quería formar una orquesta sinfónica del bosque y tocar obras de Bach y Beethoven, composiciones que ayer sonaron en la Fundación Vinjoy. El pequeño, de 8 años, les contó a los presentes un cuento con su violín. El niño, que puede calificarse sin mucha confusión como prodigio, ha aprendido a tocar el violín en tan solo un año y «mejor que yo, que llevo toda la vida», valora su padre Alberto Ré.
Cuando apenas tenía 2 años, sus padres le regalaron un pequeño violín que Marcelo ignoró completamente. Se animó hace un año en la actuación del colegio al ver a otros compañeros tocando algunos instrumentos. Y de qué manera. «Me gusta mucho y toco todos los días», relata el pequeño. Incluso ha roto algunos arcos cuando las notas no salen con la precisión buscada. Tanto le atrapó el instrumento que cada día toca una o dos horas, que ascienden a cuatro o cinco durante los fines le semana. Es su juego preferido. Más cuando lo comparte con otros niños. Por eso, desde que actuara por primera vez en un escenario contando ese cuento entre el relato y los acordes, Marcelo busca repetir. Ayer mismo lo hizo en el salón de actos de la Fundación Vinjoy, donde fue muy aplaudido. «No me pongo nada nervioso. Me gusta mucho», relata. No hace falta más que ver cómo salta de 'Un elefante' a 'Minuet', de Bach, sin inmutarse. E incluso cómo toca sin partitura alguna delante, paseándose con soltura entre las butacas.
Con familia al otro lado del charco, sus próximas actuaciones están previstas en Argentina, Guatemala y Estados Unidos. Allí viajará con sus botas, su particular homenaje a David Garret, su violinista preferido, que suele calzarlas también.
«Fue el niño quien quiso venir a actuar aquí y como no podía ser de otra forma le recibimos con los brazos abiertos», agradecía ayer el director de la fundación, Adolfo Rivas. Máxime cuando se trata de un chaval con esas cualidades. No obstante, sus padres, Patricia González y Alberto Ré, prefieren hablar de esfuerzo: «Lo que hay detrás de tocar es mucho trabajo. Empezó con Julio Imbert, que es muy buen profesor», afirman volcados con el talento de su hijo.
De hecho, Marcelo se sube al escenario acompañado por su padre, que hace de narrador de esa fábula, 'La Escuelita de Música'. Hasta que dice aquello de 'Colorín colorado, el violín a su estuche, y este cuento ha terminado'.
La Nueva España otro medio español donde se hizo eco de esta noticia.
Un ovetense de ocho años, prodigio del violín
"Su ilusión es acercar la música clásica a otros niños", aseguran sus padres
A Marcelo Ré le regalaron su primer violín con dos años aunque hasta los siete no empezó a dar clases con el violinista Julio Imbert. Hoy su vida gira en torno a la música, "cuando está tocando pierde la noción del tiempo", asegura Patricia,su madre. Marcelo está en tercero de primaria y compagina las tareas escolares con una o dos horas diarias de práctica. En casa la música no es un tema ajeno, su padre toca varios instrumentos y la familia es muy aficionada a la ópera y la zarzuela. "Desde muy pequeño Marcelo nos acompañaba a las representaciones, primero porque no teníamos con quién dejarlo y después porque él mismo nos pedía ir".
Para Marcelo la práctica diaria con el violín no supone ningún esfuerzo, "él disfruta, lo llama jugar con el violín", dicen sus padres. Tiene claro que de mayor quiere ser violinista y una de sus ilusiones es acercar la música clásica a otros niños. Este año ya ha tenido varias representaciones en colegios y en el Palacio de los Niños y después de Semana Santa hará conciertos en algunas residencias de ancianos. "Nosotros intentamos que la música no que quite tiempo de los estudios porque este año la carga académica ya es importante", destaca Patricia.
Mañana Marcelo Ré presentará la fábula "La Escuelita de Música" en la Fundación Padre Vinjoy a las once y media de la mañana.