SE LEVANTÓ EL NOVENTA POR CIENTO DE LA SUPERFICIE SEMBRADA
En el sector ruralista ponderan el rendimiento de la soja y el maíz
en los campos del distrito, aunque aseguran que para la mayoría de los
productores será muy complicado que eso se refleje en divisas destinadas
a grandes inversiones o a una revolución de consumo.
El fin de la cosecha de grano grueso es siempre un mojón relevante en el
calendario, un momento que despierta altas expectativas en propios y
ajenos. Para el chacarero patrón constituye el tiempo de sacar cuentas y
aspirar a expandirse, para el empleado es la certeza de que podrá
cambiar su auto o renovar su vestuario y el de su familia, o ninguna de
las dos cosas, y para el sector comercial representa una oportunidad no
menor de repuntar en el nivel de ventas.
Este año, la cosecha de maíz y soja está llegando a su fin y el
diagnóstico que realizan los exponentes del ruralismo es positivo,
apoyándose en rendimientos que de acuerdo con la opinión de la mayoría
superaron las previsiones.
Pero al momento de trasladar lo que pasa en los lotes al mundo de los números, ¿alcanza lo recaudado en la campaña?
Alejandro Barbieri, presidente de la Sociedad Rural de Junín, consideró
que a la mayoría de quienes viven de la actividad agropecuaria el rédito
económico de la trilla le servirá solamente “para saldar cuentas”.
“La cosecha está terminando bien, con rindes muy buenos cuando estamos
con entre el 85 y el 90 por ciento de la trilla levantada. En nuestra
zona los rendimientos arrojaron un buen promedio tanto en soja como en
maíz, así que el balance es bastante positivo dentro de los pronósticos
que había, en los que se anunciaban lluvias grandes que al final no
cayeron”, empezó evaluando el dirigente en charla con Democracia.
A continuación opinó que “esta va a ser una campaña donde se van a
saldar las cuentas”. “El beneficio im-positivo más directo, que es en
maíz y en trigo, no se va a ver ahora sino el año que viene, y en cuanto
a la soja, si bien el empuje fue grande con la devaluación y la quita
de retenciones del cinco por ciento, el año pasado estuvimos muy
complicados financieramente, con productores con muchas deudas que este
año pueden llegar a saldar. Hay que ver cómo termina siendo el año que
viene si los costos de producción siguen aumentando”, agregó.
De todos modos, Barbieri destacó que “los productores que llegaron
relativamente bien al final de la campaña van a reinvertir, los
contratistas van a tratar de mejorar sus máquinas y el comercio también
lo va a notar”.
“Muchos otros saldarán sus cuentas y tendrán otras perspectivas de
acuerdo con lo que venían percibiendo. Yo creo que el año que viene, si
las condiciones macro lo permiten, va a ser el momento en que se note el
cambio grande”, afirmó.
Preocupación por la producción porcina
Por otro lado, desde la Sociedad Rural y la Federación Agraria Argentina
filial Junín expresaron preocupación por la situación del sector
porcino. “El problema grande es que no hay un mercado de referencia y
eso está complicando la compra y venta de los productos. Por ahí, el
pequeño productor no tiene un modelo de precios, tampoco un lugar donde
halle seguridad de venta y pago; por eso la idea es trabajar un poco ese
tema con gente que tiene más experiencia y que si bien son más grandes
como productores pueden ayudar a regularizar el mercado porcino en
general”, dijo Alejandro Barbieri.
Al respecto adelantó que “vamos a armar una mesa con productores para
transmitir la experiencia de gente que tiene la situación un poco más
clara, porque hoy los que viven de ese sector se encuentran con que un
día tienen un precio, otro día otro y se sienten a la deriva”.
Por su parte, el presidente de la Federación Agraria filial Junín,
Fabián Cavallotto, se acopló a los reclamos nacionales de la entidad
agraria para frenar en forma urgente las importaciones de productos y
carnes conge-ladas provenientes de España, Brasil y Dinamarca. “Se
necesitan medidas para el productor”, dijo.
El dirigente se refirió sobre el perjuicio para el sector por el
"aumento de más del 200 por ciento de las im-portaciones" de productos
de carne congelada.
“Los frigoríficos que antes compraban cerdo a nosotros, ahora compran
congelado de otros países como Dinamarca. Es un escenario complicado”,
describió Cavallotto y agregó que “se han hecho reuniones para ver cómo
seguir adelante para paliar la situación porque es preocupante”.
Según el dirigente de FAA, una medida para el sector tendría que ser la
limitación para que dejen de traer carne del exterior y que directamente
los frigoríficos sean los que vendan la mercadería (producción de
cer-do). “Hay muchos productores que están en esta situación de no tener
compradores y eso debilita la actividad”, aseveró.
Democracia.com